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  • Laura Camacho

El tabaco ¿Cómo llegó a Europa y a Canarias?


En la isla de La Palma podemos hoy en día aún percibir, con relativa frecuencia, el intenso carácter del aroma a tabaco y también observar cómo, con toda tranquilidad, los hombres mayores sentados en la plaza o en los bares de la isla se fuman un puro. Sin embargo, la historia del uso del tabaco y de su llegada a Europa se conserva, cual humo del tabaco, silenciosa e invisible guardada en la memoria de la humanidad.

El tabaco fue utilizado por los nativos americanos durante milenios, y se utilizó por primera vez en la cultura maya con fines rituales y espirituales, por ejemplo, como una ofrenda a los espíritus por los chamanes. Con fines médicos, lo usaban haciendo cataplasmas para curar afecciones de la piel. Incluso, había tribus que consumían las hojas verdes de la planta como alimento.

“La simbología asociada con el consumo del tabaco es similar entre diversos grupos étnicos norteamericanos; es identificado como un regalo de los espíritus a los hombres y como un vehículo para la oración. Su ofrenda por medio del fuego y su transformación en humo representa la materialización del “poder” y la presencia de los ancestros, los espíritus y de la creación; además, el binomio inhalación/exhalación representa una comunión con todos aquellos que consumieron (fumaron) el tabaco, tanto en el presente, en el pasado y en el porvenir. Esta comunión y conexión representa, a su vez, que todo lo expresado en oración por medio del tabaco debe ser verdadero, cierto y ofrecido a los espíritus, los ancestros y los poderes sobrenaturales del cosmos indígena (Medina, 2011)". (1)

Más tarde, la “Nicotiana” - su nombre científico – se abrió camino desde allí hasta el resto del mundo. El tabaco se introdujo en Europa, a partir de 1492 con los viajes de Colón. El término cigarro proviene del nombre maya Sikar, que significa “fumar”, y la palabra nicotina se tomó del nombre de Jean Nicot de Villemain.

Jean Nicot fue embajador francés en Lisboa, donde conoció la planta del tabaco. Luego, a su vuelta a Francia presentó, con fines medicinales, las hojas de tabaco a la reina Catalina de Médici en 1560, las cuales ayudaron a mitigar la migraña de la reina y Nikot se convirtió en una celebridad. Así se comenzó a llamar al tabaco «hierba de la reina», «nicotiana» o «hierba del embajador».

Más tarde, cuando el naturalista y explorador sueco, Carlos Linneo, al que se ha denominado “Padre de la taxonomía” debido a la invención del sistema de clasificación de los organismos vivos, publicó en 1735 su tratado “Species Plantorum”, denominó al tabaco “Nicotiana Tabacum” en homenaje a Nicot.

Mientras tanto, el rey Felipe V de España buscó en 1717 establecer el monopolio del comercio de tabaco en Cuba. Sin embargo, este intento fracasó, ya que los bucaneros capturaron repetidamente la flota española frente a la costa cubana. Las Islas Canarias sirvieron entonces a los bucaneros en ese momento como un excelente escondite y como un centro para sus barcos de contrabandistas.

Hasta mediados del siglo XVII, La Habana se convirtió finalmente en el centro de producción y envío marítimo de tabaco. En el año 1626, llegaron a las Islas Canarias los primeros barcos con cargas oficiales de tabaco para España. Hasta ese momento, todos los intentos de transportar en barco los cigarros ya elaborados fracasaron, puesto que no eran aún aptos para el largo viaje por mar. No fue hasta principios del siglo XVIII que el cultivo y el disfrute del tabaco tuvo una gran expansión a través de la importación de la planta viva.

En 1779, los primeros cigarros comenzaron a ser producidos y distribuidos en Alemania también. La comercialización, sin embargo, fue lenta. Sólo más de un siglo después, cuando los franceses los comenzaron a producir, siguieron otros países europeos. Entonces se desarrolló en Alemania una gran industria. En ningún otro país se consumió tanto tabaco a mediados del siglo XIX como ahí.

Hoy en día, se producen cigarros en muchos países del mundo, sin embargo, los mejores son aún los de Cuba. También el tabaco para la producción de cigarros palmeros es importado principalmente desde allí, dado que el cultivo de tabaco en La Palma fue reemplazado por el cultivo de plátano.

Tip: Si desea conocer o adquirir puros hechos a mano, cubanos y canarios, puede visitar “Tabaquería y Relojería La Palma” en Los Llanos de Aridane (ver contraportada).

(1) Medina González Dávila, José, “La práctica de fumar tabaco entre los indígenas norteamericanos. Síntesis de una práctica milenaria”, Arqueología Mexicana núm. 133, pp. 82-87.

#Tabaco #Historia

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